Abrirse, soltar, amar
Fernanda, 30 años, Santa Fe.
No quería orar en este charco.
Esta cangreja no quería orar en este charco
en cautiverio.
No quería dejar de luchar.
No quería sentenciarse
a convencerse
de conformarse con esa forma de amar.
Animada por voces de guerreras
que la abrazaron con cada palabra grito
“Quiero criar en tribu En un lago, entre montañas Aceptando mi linaje y agradeciendo la vida”
Y así fue que esta cangreja
después de mucho tiempo, y muchos miedos,
abrió su caparazón
pero esta vez no guardó nada, sino que soltó. Amó.