¡América Latina va a ser toda feminista!

Con el impulso de la Ley 27.610 ganada en Argentina, las luchas por el aborto libre, cuidado y feminista se extienden tenazmente por América Latina y el Caribe. Y con ellas también crecen las redes de acompañantes, un activismo acuerpado que busca dar alojo a esas experiencias de abortar en un continente donde aún predominan las restricciones jurídico-eclesiástico-estatales al derecho al aborto.
En el Día de la Acción Global por la Despenalización y Legalización del Aborto, Socorristas en Red presenta “América Latina va a ser toda feminista”, un ciclo de reportajes que indaga sobre las perspectivas y estrategias que las redes de acompañantes de abortos construyen frente a las legislaciones vigentes en la región.
Este ciclo es una reivindicación del acompañamiento como una práctica profundamente política, movilizada por la intención de correr los márgenes impuestos por el patriarcado. Una apuesta por la autonomía y el derecho de las mujeres, niñas, adolescentes y otras personas con posibilidad de gestar (y abortar) a un aborto libre de violencias, prejuicios, estigmas y criminalización. Un aborto feminista.
En cada entrega, acompañantes de ocho países -en su mayoría pertenecientes a la Red Compañera– cuentan sus historias y repasan la actualidad de las luchas por el aborto en sus territorios.
Acompañar, alojar y resistir como acto político
Siomara Molina pide disculpas e interrumpe la entrevista porque suena el teléfono: está acompañando. “Acompañar significa ayudar colectivamente a otra a generar condiciones para que su aborto pueda ser cuidado, con cariño, dedicación, con seguridad”, retrata la activista chilena de Con Las Amigas y en la Casa. “Eso es el aborto feminista: que si tú vas a abortar sientas que estás acompañada, protegida, en una zona de confianza”.
En ese entramado de emociones, alegrías, tristezas, mandatos y sentires que pasan por el cuerpo cuando ocurre un aborto se encuentra la revolución de quienes han podido decidir sobre sus vidas. Una rebeldía contra el patriarcado. Una resistencia contra la maternidad como institución, considerada como único destino de vida posible.
Los acompañamientos son cuidados y amorosos (“Las que acompañan” – Flor Castello y Socorristas en Red)
“Tanto las decisiones de abortar, como la de organizarnos para acompañarlas, están directamente relacionadas con las estrategias de los feminismos para desentramar el control a los cuales son sometidos nuestros cuerpos en las sociedades capitalistas y patriarcales, siendo éste el principal terreno de su explotación”, explica Griselda Cifuentes de Socorristas en Red Bahía Blanca, Argentina.
Para ella, acompañar se convirtió en una “ética y pedagogías feministas que le dan sentido a estar en el mundo”. “El feminismo que construimos nos permite hacer de las experiencias un acto político de resistencia, rebeldía y desobediencia. Quienes deciden abortar ejercen un enorme acto de poder”, valora desde el sur de la provincia de Buenos Aires.
Los cuidados para las, les y los acompañantes de abortos es un acto político, llenos de amorosidad feminista, lesbofeminista y transfeminista. “Cuando este sistema quiere dividirnos, condenarnos y culpabilizarnos, acompañar es ese poder juntarnos: un acto político de amor”, agrega Sofía, integrante de la Red Compañera y activista del Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA (Mujeres, Aborto, Reproducción, Información y Acompañamiento), de México.
Rosa Maldonado, que es de Argentina pero vive en Catalunya hace muchos años, también acompaña personas en sus decisiones de abortar, sobre todo migrantes que tienen barreras idiomáticas porque no hablan el catalán o español. “Mi activismo es un activismo militante, comprometido. El feminismo tendría que replantearse (los acompañamientos) como propuesta de actividad y militancia, no queremos que el aborto sea un peso para aquellas personas que lo hacen solas, en la tristeza, en la soledad y en la oscuridad”.
Rosa concluye con un recuerdo que la llena de lucha y con la convicción de seguir acompañando decisiones de interrupciones de embarazos con cuidados políticos y amorosos: “Yo aborté en tiempos donde el aborto era ilegal, en la más triste soledad. Cuando acompaño a jóvenes que están solas, recuerdo los tiempos en que me acompañé a mi misma en la más pura ilegalidad”.
Las redes que nos sostienen
Activistas feministas y lesbofeministas de América Latina lanzaron a fines de mayo de este año la Red Compañera, una articulación regional de acompañantes de abortos seguros, cuidados y libres de violencia.
Carolina, activista chilena de Con Las Amigas y en la Casa, cuenta que uno de los impulsos políticos que motorizaron la creación de esta Red fue la de “fortalecer las acciones bilaterales o trilaterales” que ya existían entre algunas colectivas. “Era darle consistencia, hacernos cargo de lo que estábamos haciendo en nuestros países y darle una potencia más latinoamericana”.
La Red Compañera comenzó a gestarse en 2017 en Ecuador, continuó tejiendo complicidades en el 1er Encuentro de la Red Feminista Latinoamericana y Caribeña de Acompañantes de Aborto realizado un año más tarde en Chile y terminó de conformarse en la segunda edición de este encuentro en 2020 en Perú.
Tras el lanzamiento público a mediados de este año, la Red Compañera se consolida con espacios de formación donde el intercambio de experiencias entre los territorios es una apuesta por abortos libres y feministas.
“Poder intercambiar conocimientos es algo que si no estuviéramos en Red no sería posible”, reconoce Sofía desde México.
“La Red Compañera nos enseñó que es posible organizarse en función de una acción concreta que efectivamente transforma la vida de las personas”, agrega Carolina. “Podemos hacer feminismo de este tipo y poner el cuerpo, nos hace más felices a todas”.
Declaración de San Bernardo
La noche del domingo 18 de noviembre de 1990 cerca de tres mil mujeres de América Latina y El Caribe se dieron cita en la ciudad bonaerense de San Bernardo para celebrar el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, un hito en la historia de las luchas por el derecho al aborto.
En este histórico encuentro confluyeron cristianas, ecologistas, pacifistas, investigadoras, lesbianas, heterosexuales, centroamericanas, negras, indígenas, mujeres rurales y urbanas quienes, en representación de 38 países de la región, definieron al feminismo como un movimiento “siempre opuesto a un orden específico, sea patriarcal, capitalista, imperialista y colonialista”.
Se declaró el 28 de septiembre como el Día por el Derecho al Aborto de las Mujeres de América Latina y el Caribe. La fecha fue propuesta por las brasileñas en coincidencia con el día de la promulgación de la “Ley de Libertad de Vientres” en ese país en 1871, que consideró libres a todos los hijos e hijas nacidxs de personas esclavas, una resolución fundamental para la abolición de la esclavitud en Brasil.
28S: Un grito global con pañuelo verde
Durante las dos primeras décadas de la declaración de San Bernardo los reclamos por la despenalización y legalización del aborto se centraron en América Latina y El Caribe, pero a partir del año 2009 el 28 de septiembre comenzó a extenderse por otros continentes, donde les y las activistas feministas eligieron el mismo día “para unir los movimientos feministas y reivindicar el acceso al aborto como un derecho”, detalla Rosa Maldonado, de MIKA Sororidad Internacionalista de Barcelona.
El 28S fue entonces un grito internacional: se declaró en 2011 el Día de Acción Global por la Despenalización y Legalización del Aborto, grito y lucha que cruzó los límites de América Latina y El Caribe para llegar a todo el mundo.
“En la lucha de ir sumando a este reclamo global se sumó el pañuelo verde, símbolo que unificó a muchísimas personas en todo el mundo. No solamente era el reclamo de las argentinas, sino el reclamo de otros países”, dice Rosa, que hace 12 años levanta el pañuelo todos los 28 de septiembre “para hacer un reclamo internacionalista”, incluso frente a los consulados argentinos de Catalunya junto a sus compañeras, donde pedían que el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo fuera debatido y aprobado en la Argentina.
El pañuelo verde que nació en 2003 en nuestro país, traspasa los idiomas y las culturas. En Irlanda del Norte compañeras feministas de la organización “Alliance for Choice Derry”, hicieron una donación económica a Socorristas en Red – feministas que abortamos, luego de recaudar fondos vendiendo en su país los pañuelos como “símbolo de resistencia y para clamar a viva voz que el aborto sea un servicio básico de salud, reconociendo que los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos”.
En Irlanda del Norte también adoptaron el pañuelo verde como símbolo de lucha (Marcha por el derecho a decidir – @DebStudioTen)
“Después de haber luchado contra la prohibición del aborto en nuestro país, creemos que es importante recibir apoyo local e internacional. Pasamos décadas suplicando a los políticos de Irlanda del Norte que abordaran estos abusos contra los derechos humanos. Todavía no tenemos acceso completo, pero nuestra persistencia y determinación dieron como resultado la despenalización y la seguridad para abortar”, expresan desde la organización de Derry.
Los reclamos son en el mundo
“La lucha por el aborto ha sido y es en el presente una de las apuestas políticas más importantes y más significativas de los feminismos, no sólo en América Latina y el Caribe sino en todos los países y territorios donde los feminismos han dado esta lucha”, expresa Griselda Cifuentes, de Socorristas en Red. Y continúa: “porque reivindica el lugar del cuerpo, entendiéndolo como cuerpo-territorio, como el campo de actividades reproductivas y no reproductivas que históricamente ha sido apropiado por el Estado y las masculinidades hegemónicas”.
Según el Instituto Guttmacher, se estima que en el período 2010-2014 ocurrieron anualmente unos 6.5 millones de abortos inducidos en América Latina y el Caribe y sólo 1 de cada 4 abortos aproximadamente fue seguro, mientras que el 60% de los procedimientos fueron “menos seguros”.
Además, la región tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo según datos de Naciones Unidas y el número estimado de abortos en condiciones de riesgo en niñas de entre 15 y 19 años durante el 2019 ascendió a 876.000, reveló un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A 31 años de la declaración de San Bernardo que manifiesta “que el aborto legal y la anticoncepción segura y eficaz son derechos humanos”, las luchas por el aborto libre, seguro cuidado y feminista se afianzan en América Latina y El Caribe con el impulso de la Ley 27.610 sancionada en Argentina. Una Ley que, lejos de ser un techo, es un piso de posibilidades para toda la región.
Para Carolina, de Con Las Amigas y en la Casa, “los 28 de septiembre son un hito para todas las aborteras”. En Chile, esta fecha las encuentra en pleno desarrollo de una Asamblea para legalizar el aborto en un contexto de reforma constituyente que atraviesa al país. “Estos son los 28S que se vienen en América Latina”, augura.
En Chile saldrán a las calles este 28 de septiembre (Con Las Amigas y en la Casa)
Desde México, el Fondo María recibe este 28S con buenas noticias después de la despenalización del aborto en dos estados y el fallo de la Corte Suprema que declara la inconstitucionalidad de la penalización del aborto. Será una jornada de alegría, pero también de lucha sostenida. “Sabemos de otros contextos, sobre todo en Centroamérica, que parece que estos avances significaran retrocesos. Por eso, son días de resistencia por el aborto libre, seguro y feminista para toda la región”, concluye.
En España, con una Ley IVE desde el año 2010, aún falta mucho camino por recorrer. Así lo detalla Rosa Maldonado: “este 28 de septiembre saldremos a las calles en Catalunya y otros estados de España reclamando el acceso el aborto legal para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, sin límites, sin restricciones administrativas”. Agrega que también exigirán que “se eliminen los tres días de reflexión como manera de coaccionar a las personas y que las menores de 16 años tengan el pleno derecho a decidir sin pedir autorización a ningún tutor o tutora”.
En ese sentido, agrega que “en países donde el aborto es legal igual les decimos no: no somos paridoras, las leyes que promulgaron también están hechas en sus propios mandatos capitalistas, patriarcales y misóginos. Nosotras también avanzamos contra esas legislaciones que siguen regulando nuestras cuerpas”.
Lo mismo sucede en los países de América Latina y El Caribe, aquellos en donde el aborto es legal, en los que está permitido bajo causales y en los que está prohibido sin excepciones y que haremos el repaso con el ciclo de reportajes los martes de las siguientes semanas. Mientras tanto, las, los y les activistas feministas seguimos movilizando, activando y acompañando abortos cuidados y feministas, con la firme convicción: ¡América Latina va a ser toda feminista!