Declaración 29D 2020
Nos lo deben. Están en deuda con nosotres. Este Senado, este Estado. Están en DEU-DA.
VINIMOS A COBRARLA, queremos la Ley.
Ya abortamos en la clandestinidad, ya acompañamos a una amiga con miedos al por mayor.
Ya nos dijo un medique que corríamos riesgos, ya un objetor nos expulsó y nos condenó a la intemperie del aborto inseguro.
Ya nos encontramos con una enfermera y nos vendió unas pastillas; nunca supimos qué eran, pero no hicieron nada.
Ya supimos de la vecina internada porque le colocaron una sonda y “se complicó”.
Ya nos pusimos frente a una trabajadora de la salud para contarle nuestros motivos para que definan en sus ateneos si entramos en las causales.
Ya nos dijeron recostate ahí “mamita” antes de hacernos la ecografía, ya hicieron pasar en clínicas privadas nuestros abortos como apendiciti y vimos aumentar el precio del miso y tuvimos que pedir prestado para pagarlo.
Ya torturaron niñas y adolescentes obligándolas a maternar.
Ya un marido nos dijo que eso estaba mal, y un novio dudó si el embarazo era de él y se borró a la hora de pagar las pastillas. ´
Ya sentenció un cura o un pastor violador que nos iríamos al infierno, ya nos dijeron “cierren las piernas”.
Ya un profesor nos trató de feminazis por reclamar que hablemos de aborto en las aulas, ya nos educaron con culpa: al placer, al deseo, a la sexualidad y al aborto.
Nos lo deben. Nos deben que el aborto sea legal. Están en deuda con nosotres.
Este Senado, este Estado. Están en DEU-DA. Vinimos a cobrarla. Queremos la Ley.
Ya nos sentamos en ronda una noche con vino o birra a contar cómo fueron nuestros abortos acompañados por las redes o en la soledad culpabilizante.
Ya supimos que en nuestras familias cargadas de silencio varies abortaron, ya vino la marea verde a desempolvar los abortos de tías, vecinas, abuelas.
Ya escribimos folletos y armamos instructivos sencillos sobre cómo usar la medicación, ya repartimos y grafiteamos números de teléfonos de grupas organizadas.
Ya nos negaron la medicación en las farmacias y salimos a recorrer otras y a pasar el dato de cuál de ellas no maltrataba a quien quería comprar oxaprost.
Ya aprendimos a conseguir misoprostol y hablamos del miso con nuestros hijes, con las vecinas, con les estudiantes del curso.
Ya estuvimos pendientes del teléfono porque otra abortaba, ya aprendimos a abortar con pastillas, conocemos los alertas y los cuidados.
Ya seguimos abortando, hoy mientras leemos esto acá, hay hermanes abortando.
Y, sin embargo, están en deuda con nosotres.
Este senado, este estado. Están en DEU-DA. Vinimos a cobrarla. Nos merecemos el aborto legal.
ES AHORA. Estamos acá. Queremos la Ley.
Es ahora porque a la vergüenza clandestinizante no volvemos más.
Ya aprendimos que estamos para nosotres, ya aprendimos a cuidarnos.
Ya extendimos la sensibilidad despenalizadora y legalizadora, ya contamos nuestros abortos a viva voz.
Desde hace muchos años, montones y montones de funcionaries, de legisladores y legisladoras, de jueces y juezas, de presidentes y presidentas, todes elles, nos deben el aborto voluntario.
Por las compañeras y compañeres feministas que vienen resistiendo y activando hace décadas.
Por las mujeres de nuestras familias obligadas a maternar, por todas las personas con capacidad de gestar estigmatizadas por abortar.
Por las presas por abortar, por las muertas por los abortos clandestinos inseguros, por el sinfín de daños que causaron.
Este senado. Este estado. Están en DEU-DA y vinimos a cobrarla.
Estamos acá. Queremos la Ley.
Es AHORA porque ya vinimos en 2018, ya armamos olas, mareas, tsunamis, huracanes y revoluciones.
Ya hicimos retumbar la tierra, la mesa familiar, las plazas y las camas.
Ya conocemos la crueldad del senado. Y les alertamos: no queremos más deudas a costa de nuestros cuerpos y proyectos vitales.
Porque ya sabemos lo que es decidir sobre nuestras vidas, porque tenemos derecho a decidir en libertad.
Porque construimos poderíos para abortar acompañades desde los feminismos y transfeminismos arriesgados y populares.
Pero también, SEPANLO, construimos poderíos para que HOY SEA LEY.
Nos merecemos un aborto legal porque sí, sin causa, sin explicación, por puro deseo. ¡Sí, por puro deseo!
Porque nuestros cuerpos son nuestros territorios y tienen derecho a la fiesta del goce y los placeres.
La Ley de aborto voluntario que nos llevaremos hoy, es un comienzo para construir las libertades que nos han venido robando y por las que nos inventamos activismos.
La Ley de aborto voluntario que este senado tiene la obligación de votar hoy, es un comienzo para lanzarnos al infinito y más allá.
Nos merecemos el aborto libre cuidado y feminista, se lo merece toda América Latina y Caribeña.
Estamos acá, queremos la Ley. Estamos acá, con furia y amor. Estamos acá, nos vamos con Ley.