“Dormir tranquila”

Lucía, 23 años, Necochea, Buenos Aires.

Voy caminando a mi casa y cada vez hace más frío

Vengo de la casa de mi amiga la gorda

A veces la pienso como gitana

Esas bien brujas

La que usa vestidos y siempre tiene la pava y un porrito a mano para la situación

Casi siempre hablamos de nuestros problemas como si fuéramos empresarias

Hacemos negocios con nuestros placeres

En su mayoría nos va mal

Por eso todavía ninguna es rica

Ella es socorrista, y es quién me va a acompañar en mi aborto

Estamos otra vez acá

En su baño esta vez

«Amigas, me voy a hacer un test», les dije

Me hice uno que dio negativo, pero este dolor de tetas ya lo conozco

Ese síntoma anoté de la vez anterior

Era el que me iba a arrastrar a ese baño, a ese test que obvio, dio positivo

Y ahí nomás empezamos

Vamos el jueves a hacerte la eco ¿sí? Pero lo vamos a solucionar, se va a solucionar

Debo confesar que esta vez la dudé, que a veces me pensé con unx bebx colgado de las tetas

Pero así, sin compa, en lo de mis viejxs, sin laburo, ¿cómo haría para lidiar con todos los varios problemas que ya tengo y poder ser objetiva y amorosa con alguien más?

Sí, ya sé…

Es posible sí, pero bueno… 

Están los traumas por ahí también

Leí que podía ser mi Quirón en escorpio ése

Bueno…

Llegó el día, es martes y elegí el 17 porque es mi número favorito, y además antes tenía que intentar solucionar un percance amoroso 

No pude, así que llegué al martes así, en lo de mi amiga, con mi bolsita de agua caliente y una remera de esas grandes que me gustan tanto

Lo hicimos al mediodía, más tranquilas… Esta vez llegué bien de ánimos, pude comer bien, pocas nauseas (¡hurra!) y, sobre todo, segura

Mi amiga me esperaba con un buen guiso de albóndigas y una coca cola para subir el azúcar

Arranqué el segundo paso y con eso empezó el frío, así que ahí nomás me acosté con la bolsita de agua caliente

Dos, de hecho, para más placer (jiji) y un mantra de naturaleza que hoy vuelvo a escuchar y me tranquiliza

Y así dormí… 

Me desperté y ya empecé a sangrar

Está pasando…

La gor me sugiere una ducha caliente: «Te va a hacer bien el vapor de la ducha»

Dejé que el agua me haga esa especie de bálsamo

Corriendo, me volví a acostar, para no cagarme de frío y, además, volvieron las contracciones

Estamos bien, me dice Lu

Vomité (me sentí muy bien haciéndolo, sentía que mi cuerpo le mandaba una señal al cometido)

Me sentía bien a pesar de todo

Puse el mantra y me volví a dormir

Entonces ahí nomás, cuando me desperté

Fui directo al baño a ver y ¡plup! 

-¡¡¡Luuuuuu!!!, le grité a la gorda, ¡Vení amiga, mirá! ¡Creo que es eso, pero se me enganchó en la bombacha!

Aparece la gor con sus guantes, mete mano en la bombacha, y ahí estaba el bicho ¡limpito el vago!

Entre risas, abrazos y unos ojos ahí medio cristalinos, nos abrazamos fuerte

-Ya está amiga, me confió la gorda, andá a descansar, que ya está.

Me volví caminando a casa, sabiendo que después de medianoche la cuarentena iba a empezar. Pero no importa… ya resolveré qué hacer con eso. Mientras tanto, hoy voy a poder dormir tranquila.

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