El precio del alquiler es un precio político

Alquileres imposibles de pagar sin endeudarse, maltrato, desalojos y más personas arrojadas a la calle, porque los negocios y la especulación inmobiliaria no cierra sin esas violencias. La articulación de dos organizaciones –Ni Una Menos e Inquilinxs Agrupadxs- pone resistencia e imaginación política en un contexto que no solo se vive en la Capital Federal, sino en todo el país.

Por Laura Rosso

Cómo le ponemos un lenguaje feminista a la lucha por el acceso a la vivienda, fue una de las preguntas que disparó Luci Cavallero en la inauguración del nuevo local que Ni Una Menos comparte con la organización Inquilinxs Agrupadxs, en el barrio de Balvanera de la ciudad de Buenos Aires. ‘La casa no puede ser lugar de violencia machista ni de especulación inmobiliaria’, recordó Verónica Gago -también integrante de Ni Una Menos e impulsora de este proyecto- la consigna de un comunicado que se hizo durante la pandemia. Esa idea fuerza las llevó a unir agendas en tándem con Inquilinxs Agrupadxs. Porque un local compartido entre las dos organizaciones puede ser bien interesante para profundizar la problemática de la vivienda desde una perspectiva feminista, un tema de enorme envergadura no solo en la ciudad de Buenos Aires, sino en todo el país. “Vimos que hay algo en la cuestión de la vivienda que condensa lo que viene planteando el feminismo sobre la violencia doméstica y la violencia propietaria”, cuenta Vero Gago, para señalar el modo en que esta articulación tuvo lugar. La inauguración fue el viernes 14 de julio y la vereda de la calle Bartolomé Mitre 1767, se fue poblando de amigues que llegaban para brindar con vino tinto y compartir empanadas en un espacio que sirve para reagruparse y construir juntes.

Porque los desalojos, el maltrato a quienes en viven en hoteles, el aumento de las personas que viven en la calle, da por resultado una situación que es explosiva y también reprimida en la ciudad de Buenos Aires. “Es clarísimo, porque sabemos que no hay especulación inmobiliaria sin represión”, subraya Vero Gago en la puerta del local. “Porque este modelo de casas vacías, de aumento de la construcción de torres en algunos barrios y de especulación, mientras hay cada vez más gente imposibilitada de pagar el alquiler, no cierra de otra manera”.

Fue una noche de festejo y felicitaciones por el espacio cohabitado. Micrófono en mano, Gervasio Muñoz, de Inquilinxs Agrupadxs, dijo: “El acceso a la vivienda en alquiler es un negocio, está dolarizada y, a partir de la dictadura, el Estado nunca más intentó regularlo hasta la ley de alquileres, que entró en vigencia en 2020. Y sobre esta ley hay mucha discusión. Lo que se está discutiendo hoy sobre la ley de alquileres es la posibilidad de que el Estado tenga o no el recurso para regular todos los precios de los alquileres en Argentina”.

Cobertura NI UNA MENOS + INQUILINXS AGRUPADXS – julio 2023 – foto Leticia Berterré

Esta articulación entre Ni Una Menos e Inquilinxs Agrupadxs no solo intenta organizar  un sector sino también recuperar una idea de acceso a la vivienda que sea para la mayoría: “Necesitamos de más alianzas como la alianza con Ni Una Menos. Esta es la forma de decir que no vamos a rendirnos, que vamos a seguir peleando”, señaló Gervasio.

Luego habló Luci Cavallero y contó que esta apuesta llega después de mucho tiempo de trabajo en procesos asamblearios transversales, con quienes se piensa la coyuntura y con quienes se vienen organizando los paros nacionales. Luci hizo ese recorrido partiendo de 2020: “El hilo fundamental fue en pandemia cuando a las redes de Ni Una Menos llegaban consultas sobre desalojos, aprietes de propietarios, mujeres jefas de hogar que se quedaban sin casas, tomas en la Villa 31. La vivienda pasó a ser el eje. Desde la pandemia, la vivienda es una de las violencias económicas más importantes en la agenda feminista. Tener que ir a tomar un terreno, o que las compañeras trans de esta ciudad vivan acumulando deuda en hoteles y no puedan acceder a una vivienda porque los subsidios que hay son muy bajos.”

El acceso a la vivienda tiene hoy una centralidad en la agenda del movimiento feminista. En este sentido, Luci y Vero vienen trabajando muy fuertemente el tema de la deuda y detectaron que muchas personas se empezaron a endeudar no solamente para comprar medicamentos y comida sino para pagar el alquiler. Así se instaló la pregunta: ¿Cómo le ponemos un lenguaje feminista a la lucha por el acceso a la vivienda? “Con resistencia e imaginación política”, respondió Luci y arengó a leer las consignas de las paredes del local, que se crearon para poner alegría, para pensar los años de macrismo y para imaginar cómo queremos vivir.

Cobertura NI UNA MENOS + INQUILINXS AGRUPADXS – julio 2023 – foto Leticia Berterré

“Ni Una Menos es un nombre, una contraseña que existe en todo el país, una voluntad por generar instancias organizativas y transversales a partir de las cuales armar una agenda profundamente popular y con imaginación política”, compartió Luci en medio de un local repleto de personas que seguramente seguirán concurriendo a debates y encuentros. Porque hoy aparece claramente en agenda el problema de cómo acceder a una vivienda de alquiler. Ese es el problema de la mayoría de las jefas de hogar de la ciudad de Buenos Aires. “Eso es estar endeudada, es estar sometida al abuso y a la concentración de poder inmobiliario en esta ciudad. Y es estar a merced de estos poderes concentrados. Regular el acceso a la vivienda es una política profundamente feminista porque cuando nosotras discutimos, discutimos poder y mientras se concentra el poder en el poder inmobiliario, nosotras estamos en peores condiciones para acceder a la vivienda y para pedir condiciones dignas para poder alquilar”, continuó Luci frente a quienes concurrieron a la inauguración.

El feminismo puso el eje en el espacio doméstico como un espacio profundamente político. Ese proceso permitió pensar la vivienda. “Sin ese proceso sería difícil pensar que el alquiler es un precio político”, afirmó Luci. “Entonces, nosotras dijimos en las casas se trabaja, en las casas hay deudas, en las casas hay violencias; y en las casas también se paga un precio por un alquiler, que es político”. Esa agenda es importante porque tiene zonas de contacto entre los dos movimientos y la inauguración del local despliega un espacio donde poder seguir organizando marchas y poner las agendas en la calle. Esta articulación produjo una confluencia que las llevó a encontrar un lugar donde discutir la coyuntura. Un refugio para crear y seguir pensando.

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