Estar cerca
Noelia, 32 años, Vicente López, Buenos Aires.
Cuando quedé embarazada estaba muy feliz, deseaba ser madre y esperé ese momento por muchos años.
Estaba en pareja e íbamos a ser padres, fue una hermosa noticia.
Todo cambió a partir de los tres meses…
Tuve que tomar la decisión de interrumpir mi embarazo porque luego de la TN plus los médicos diagnosticaron que mi embarazo venía muy complicado, con malas y significativas alteraciones de formación y era muy difícil que llegara a término y de llegar a serlo el bebé sólo podía llegar a vivir pocas horas después de su nacimiento.
Los mismos médicos sugerían interrupción, pero a la vez no podían acompañar una internación para esto. Te orientaban sólo con la posibilidad que tomes misoprostol y luego vayas a una guardia.
Llena de miedos, tristeza y angustia porque jamás imaginé que podía atravesar una situación de esta magnitud, y mucho menos tomar esa decisión, me hablaron de socorristas.
Me comuniqué y enseguida se pusieron en contacto conmigo. Su modalidad, la forma en que me escucharon, empatizaron y me orientaron fue una luz en el camino.
Ellas, además, me orientaron para poder comunicarme con líneas públicas del Gobierno de la Ciudad para poder llevar adelante una ILE y recibir más ayuda y orientación.
Me orientaron con la toma del medicamento (misoprostol), me indicaron cómo hacerla, en qué horario, distintas estrategias para sobrellevar el momento, incluso la sugerencia de los medicamentos que podían aminorar el malestar.
Ese día me acompañaron desde el inicio de forma telefónica y vía WhatsApp a lo largo de todo el proceso, me orientaron en qué momento dirigirme a una guardia, incluso mientras estaba internada también continuaron en constante comunicación.
Si tuviera que describir lo que sentí durante ese tiempo que se desencadenó toda la situación fue un gran acompañamiento, calidez y una hermosa sensación de compañía frente a tanta tristeza y angustia.
Todo salió bien. Incluso se volvieron a comunicar días posteriores para saber cómo estaba.
No le deseo a nadie atravesar por esta situación, pero lamentablemente a veces la vida nos lleva a tener que enfrentarlas, pero de llegar a tener que hacerlo las Socorristas son una guía, una luz entre tanta oscuridad.
No más que palabras de agradecimiento. Gracias infinitas.