La ESI como promesa de otros destinos

Ruth Zurbriggen compartió el taller Sembrar preguntas, habilitar miradas. ESI y formación docente, que tuvo lugar en la Usina Cultural de la ciudad de Salta, frente a un auditorio de docentes y estudiantes.

Por Laura Rosso

“En términos de acción pedagógica y política la ESI viene a incomodar a las instituciones. E incomoda justamente porque cuestiona el status quo, las jerarquías y las desigualdades”, empezó diciendo Ruth el jueves 14 de agosto, en la actividad organizada por La Marea en Socorristas en Red. Continuó remarcando que la ESI -Ley 26.150, sancionada en 2006- es mucho más que una ley, “es una perspectiva pedagógica, por tanto política, con la que miramos y habitamos las aulas, con la que pensamos en la sensibilidad que necesitamos para construir ese mundo más justo que queremos, y con la que trabajamos contra los estereotipos, contra el racismo”.

Tomando la idea de “feministas aguafiestas», de Sara Ahmed, Ruth utilizó ese concepto para definir la ESI: “La ESI es una gran aguafiestas, ¿pero de qué?, del sexismo, del patriarcado, de las desigualdades, del racismo imperante. Es tan aguafiestas que por eso está siendo atacada desde los actuales discursos y políticas del gobierno nacional y sectores conservadores. Desde el año pasado a la ESI, en tanto programa de trabajo educativo, no se le dedica un centavo del presupuesto nacional. Entonces el ataque va por distintas vías. ¿Y por qué tanto ataque a esta ley?  Porque ha sabido ser un movimiento”, subrayó. Desarrolló esa idea de movimiento e interpeló: “¿Qué estudiante le pide cosas a la escuela? ¿Quién pide por más historia, por más matemática? Sí le reclaman ESI y en ocasiones este reclamo lo expresaron en las calles. Evidentemente la ESI toca otros sentidos”. Y profundizó diciendo que no solo se dedica al abordaje de ciertos  temas sino que lo hace para que re-pensemos nuestras vidas y nuestras relaciones. “La ESI trabaja en favor de los derechos y trabaja por la justicia curricular. La ESI promete otros destinos que se construyen en este presente. Abre posibilidades de imaginación”. 

A lo largo del taller hizo énfasis en que la ESI colabora para que los varones -o ciertos varones- puedan pensar que ser insensibles no les hace bien. “Entonces, la ESI trae bienestar, es una propuesta de bienestar para el mundo”. Y habló de las posibilidades de habilitar la palabra, de cómo la palabra puede poner un freno a abusos y violencias. “Esas son otras promesas que la ESI puede generar y por eso es tan importante reivindicarla. El acento está puesto en trabajarla pese a todo lo que nos están diciendo constantemente contra la ESI desde los actuales discursos del gobierno nacional”, afirmó. 

Ruth volvió a la idea de movimiento trayendo a la Marea Verde de 2018, un proceso profundamente revolucionario. “Pero no es solo la marcha con el pañuelo verde sino el proceso democrático abierto en este país para que obtuviéramos la Ley 27.610. Democrático en términos de discusión, porque se abrió un proceso como nunca en este país, tanto dentro del Congreso de la Nación como fuera del Congreso. Recordemos que hubo audiencias públicas que fueron televisadas, se podían mirar desde cualquier lugar del mundo y escuchar argumentos a favor y en contra de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Y yo no encuentro manera de explicar la existencia de la Marea Verde de Argentina sin ESI en las instituciones educativas. Porque la ESI colaboró en instalar temas que jóvenes y adolescentes discutieron con sus familias. Abordó temas como las violencias machistas, las desigualdades, las identidades de género, los cuidados y trajo muchas temáticas que fueron sostén para que lleguemos a las calles de todo el país. Y ahí les adolescentes y jóvenes, jugaron un papel fundamental, incluso contra algunos docentes. Por eso también la ESI ayuda a cuestionar el autoritarismo docente”.

También dijo que la ESI genera confianza entre docentes y estudiantes. “Y eso habla de ese movimiento de capa tectónica que provoca la ESI, porque va resquebrajando estructuras”.  

¿Cuándo te encontró la ESI? ¿Qué te dio ese encuentro? 

Dos preguntas lanzadas al auditorio para que la palabra circule. Se trajeron hitos y conquistas como el matrimonio igualitario, la sanción de la Ley de Identidad de Género y el proceso de NiUnaMenos, que fue una bisagra para la ESI en términos de contenidos y de producción de materiales para trabajar en las aulas. Ruth sostiene que la ESI se dejó tocar por esos procesos sociales. “Aquel 3 de junio de 2015, y todo lo que se abrió a partir de ahí, fue de gran aprendizaje para la ESI pero a la vez lo empujó en cierto sentido, mirar esa relación en clave pedagógica es muy inspirador. La ESI es un movimiento que se dejó tocar por lo que pasaba en las calles, en la vida cotidiana, en las familias”.  

Ruth Zurbriggen en Usina Cultural de la ciudad de Salta

Una de las asistentes al taller contó: “Durante las discusiones sobre matrimonio igualitario yo estaba en Salta. Y fue una de las pocas marcha en que participé. Yo no soy activista, -ahora estoy más activista-, pero en ese momento sentía que tenía que formar parte. Y me acuerdo que llevaba el cartel de matrimonio igualitario y éramos re pocos. Y hoy digo guau, ¡cómo cambió! Creo que desde ese lado me encontré participando. Y con respecto a cómo me encontré en la ESI, bueno me encontré con la ESI del lado de la diversidad”. “¿Qué te dio ese encuentro?”, preguntó Ruth. “Me dio el encuentro con una red y poder encontrar ese lenguaje en común que nos habilita un espacio de reflexión de qué es la vida, qué es tu cuerpo, qué es tu identidad. Me dio el encuentro con la reflexión, con esos debates que suelen ser incómodos, pero que son necesarios y más en estos tiempos”. 

En la última parte del taller, Ruth continuó hablando de la escuela en su dimensión productiva y disruptiva, disparó más preguntas y leyó un fragmento del libro compilado por Belén Grosso Conversar la escuela, editado por Chirimbote: ¿Puede la escuela ser narrada como algo que nos da posibilidades de vidas dignas de ser vividas? Si los conocimientos se viven en los cuerpos, ¿puede la escuela postularse también como un archivo de sentimientos? ¿Cuando traigo a la escuela qué emociones estoy evocando? ¿La escuela se duele, se sufre, se extraña, se añora, se lamenta, se desea, se pierde, se borra, se examina? ¿La escuela me importa? ¿La escuela me avergüenza, la escuela me atemoriza, la escuela se odia y me odia, se disfruta, se crea y se recrea, me amenaza, se discute? ¿La escuela se discute, me discute? ¿La escuela me cuida, la escuela se cuida, la escuela me alivia y se alivia? ¿La escuela me escucha y se escucha, la escuela erotiza, la escuela seduce? Preguntas que quedaron flotando y despertaron sentires en quienes las escucharon.

Antes de concluir el taller, habló de placer y deseo: “El punto es cómo me voy vinculando con esas escenas que ocurren en la escuela o en la institución educativa y cómo nos vinculamos con las dimensiones del placer y del deseo. Son dimensiones que tenemos que considerar mucho más a la hora de pensar la ESI, no pensar la educación sexual sólo en términos de prevención sino como un modo de estar en el mundo. Estas cuestiones tienen que aparecer en las aulas para la extensión de la democracia y para la promesa de otros destinos”.

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