Diez años de contar otras historias

Chirimbote sigue construyendo un recorrido de infancias libres, que abren preguntas y cuestionan estereotipos, a través de cuentos, historias y materiales diversos con una perspectiva de géneros y derechos. 

Por Laura Rosso

Cumplen 10 años de vida y para celebrarlo prepararon el libro Todo Antiprincesas y Antihéroes, un compilado de todas las ediciones de la colección, que además agrega a María Elena Walsh y al Indio Solari. Para el festejo, además de esa perla editorial, presentan otras novedades: página web renovada, con materiales, notas y el catálogo desplegado. También reforzaron el área de talleres de formación, que llevan adelante desde hace casi tres años, donde abordan distintos aspectos de la educación sexual integral, desde una perspectiva que contempla las discapacidades, el antirracismo y la posibilidad de pensar la salud y la educación sexual. 

“Nuestros ejes, tanto en la edición de libros como en los talleres, en las redes y en todo lo que generamos, son aquellos que nos hagan repensar la cantidad de injusticias y opresiones desde una perspectiva de construcción y deconstrucción más que solo desde la crítica y demanda”, señala Nadia Fink, creadora de la editorial. 

Chirimbote es una editorial cooperativa y autogestiva, una tarea de por sí compleja porque requiere de mucha organización y trabajo colectivo. “Hace falta mucha confianza entre nosotres y mucho diálogo interno”, suma Nadia. “Nuestra forma de funcionamiento es muy dinámica, no es burocrática”. A lo largo de estos años dividieron la tarea en equipos administrativos: de redes sociales, de talleres, de contenidos, y todas las semanas se encuentran para que cada integrante conozca el trabajo completo que llevan adelante en cada área. Cuando comenzaron eran tres y ahora son ocho personas permanentes y muchas más que se suman a cada área de trabajo. “La defensa del trabajo colectivo y autogestivo es parte de nuestra identidad. No se puede escindir de toda nuestra producción y de la forma en que vemos el trabajo y la creatividad desde nuestra editorial”, subraya Checha Merchán, una de sus integrantes.

Aman y disfrutan el trabajo que generan colectivamente, lo sostienen aun en tiempos complejos y creen profundamente en lo que hacen “algo maravilloso para esta etapa histórica de la Argentina y del mundo”, coinciden. Las producciones de Chirimbote son siempre bienvenidas, sienten cariño de todes por la editorial, que también es red y plataforma donde hacer pie para pensar juntes y con otres. Así van construyendo metas y objetivos, año a año, orgulloses por el camino recorrido, por los libros creados y con propuestas nuevas que generan grupalmente. 

Los libros de Chirimbote circulan por escuelas, ferias y bibliotecas populares; por talleres y encuentros con docentes; por organizaciones sociales, feministas, comunitarias. 

Aquella semilla autogestiva fue el deseo de proponer otra narrativa posible para las niñeces, libre de estereotipos y llena de preguntas. Hoy este colectivo sigue en marcha, apuesta por lo común, y camina junto a otras editoriales independientes en red.

¿Cuáles fueron los libros-hito que sellaron infancias libres? 

Nadia: Sin dudas, la colección Antiprincesas es la que hizo que nos conocieran no sólo en Argentina sino en muchos países de Nuestra América y del mundo. Es una hermosura llegar a cualquier localidad de la Argentina y encontrarnos con alguna Frida o alguna Juana que son nuestras dos primeras Antiprincesas. Gracias a esa colección pudimos avanzar y generar nuevas colecciones tanto para niñes y adolescentes como para personas adultas. Los libros pensados para que las personas adultas eduquen con perspectiva de géneros ha sido también algo que marcó: NiUNaMenos desde los primeros años, Infancias Libres, Conversar la escuela, por ejemplo.

¿Qué sueños siguen soñando?

Checha: ¡¡Uff!! ¡Creo que no entraría en una respuesta todo lo que soñamos! Pero en principio, soñamos con seguir creciendo como editorial manteniendo nuestra forma de trabajo colectiva y en red, con tantísimas otras organizaciones. Queremos seguir contando historias que hagan soñar a las niñeces con mundos mejores, que nos haga contactar con lo mejor de nosotras mismas, que nos devuelva un poco la mirada niña a las personas adultas, que nos ayuden a rescatar lo mejor de nuestro pueblo, de nuestras ancestras y ancestros para mirar el futuro con más fuerzas y optimismo. Rescatar nuestra historia y nuestra diversidad en todas sus dimensiones para volver a soñar con un futuro. Volver a confiar en nuestras utopías aún dentro de las distopías en las que vivimos. 

Y para celebrar estos 10 años, el próximo 18 de octubre se viene el Chiri Festi, “celebrar la ternura como forma de hacer política, recordar que cada palabra puede ser una semilla y cada juego una forma de resistencia, de bailar las preguntas, de abrazar lo distinto, de imaginar futuros con más juego, más amor y más libertad”, propone Nadia. Porque juntarse es también una manera de decir ‘acá estamos’. 

Sábado 18 de octubre, de 16 a 20 hs | Casa de Teresa

Acuña de Figueroa y Humahuaca, CABA.

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