La potencia feminista para el acceso al aborto

El 26 y 27 de septiembre de 2025, tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, el Primer Congreso de Salud Sexual Integral y Aborto Seguro de América Latina y el Caribe, organizado por la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, con la participación y asistencia de organizaciones, instituciones, equipos de salud, funcionarias y activistas de distintos lugares y territorios. El objetivo: seguir promoviendo derechos reproductivos y no reproductivos, con articulaciones y redes que defienden y sostienen colectivamente el derecho a decidir.
Por Laura Rosso
En clave latinoamericana, conversatorios, talleres, conferencias, presentación de libros y monitoreos, se sucedieron a lo largo de dos jornadas que comenzaron con un auditorio lleno que escuchaba y aplaudía las palabras de Nelly Minyersky en este Primer Congreso de Salud Sexual Integral y Aborto Seguro, con la asistencia de unas 400 personas.
Luz Díaz, médica social e integrante de la Red de profesionales de la salud por el derecho a decidir, Juliana Montoya, activista socorrista de La Revuelta GBA y Mariana Romero, investigadora del CEDES e integrante de REDAAS (Red Acceso al Aborto Seguro) dan cuenta de algunas impresiones sobre este 1º Congreso, en un contexto regresivo en materia de derechos.

Luz Diaz: Este encuentro federal y con otros países permitió conversar sobre la accesibilidad al aborto seguro, tanto desde lo académico, la formación y las estrategias actuales de cada lugar, en diferentes niveles y escenarios de atención, escucha y acompañamiento, porque ante la avanzada de la derecha, hoy más que nunca, hay que poner en agenda la defensa de la salud integral, la salud como derecho humano en el marco de la democracia y los derechos humanos.
Juliana Montoya: Los deseos de abortar importan y nos importan. Nuestros deseos de acompañar esas decisiones también importan y nos importan. Es por eso que celebramos este intercambio de saberes donde compartimos estrategias para seguir construyendo los abortos dignos que nos merecemos. Es importante conocernos y reconocernos entre quienes garantizamos buenas prácticas en los accesos a IVEs e ILEs. Nos reconocemos y reafirmamos que los movimientos feministas argentinos somos un movimiento muy potente frente a las fuerzas conservadoras y de las derechas, que buscan destruir todo y a todo lo que tienen por delante. Construir abortos feministas implica generar sentidos de legitimidad y legalidad de la práctica de abortar y eso en sí mismo aporta modos de justicia.
Mariana Romero: Este Congreso fue importante porque dio lugar al encuentro y fortalecimiento de equipos de salud en instituciones y en la comunidad. Combinó instancias de capacitación con la posibilidad de contrastar y aprender de otras experiencias. En estos momentos de retracción y de desvalorización de quienes trabajan en el sector público es vital sostener instancias que albergan las redes existentes y promueven nuevas. El carácter federal del Congreso es un aspecto a destacar tanto como el compromiso de participación activa.
¿Qué desafíos se presentan ante esta coyuntura?
LD: El desafío es contar con la provisión de los medicamentos para el aborto de calidad, la formación de más equipos de salud, tanto en lo público como en el subsector de las obras sociales, revertir la escasez de los métodos anticonceptivos y profundizar el fortalecimiento y el cuidado de las articulaciones en la red de redes.
JM: Es un desafío la sostenibilidad del derecho al aborto en un contexto de desfinanciamiento. Por eso es importante organizarse, como lo hicimos para pedir el rechazo a los vetos de Milei. El desfinanciamiento del derecho al aborto y el desmantelamiento del plan ENIA son ejemplos de cómo la crueldad se vuelve política de Estado y tiene impactos directos en la vida de las mujeres de más bajos recursos, niñas y adolescentes. También es un desafío político armar redes, esto va contra la naturaleza capitalista que nos empuja a vivir vidas cada vez más individualistas y solitarias. Nos demanda pensar cómo sostenemos y tramitamos las frustraciones y diferencias que implica el hacer con otres. Tenemos el desafío de sostener diálogos y debates constructivos ante las diferencias, sabiendo que hay un mundo que tiende a la desmesura y escaladas de violencia, entonces qué mayor desafío político que seguir construyendo relaciones y alianzas políticas que alberguen la confianza. Las redes nos amplían, generan y nutren las condiciones de posibilidad para ligar lazos con vidas deseadas.
MR: Los desafíos en esta coyuntura son múltiples: difundir información precisa y ajustada al marco normativo vigente, sostener la equidad en el acceso a los insumos, continuar capacitando en derechos, fortalecer las políticas que sabemos hacen la diferencia en el bienestar de las personas. También se suma el desafío de sostener los equipos de salud para que sientan que lo que hacen es una tarea valiosa, gratificante y que no da lo mismo que estén o no en cada uno de sus lugares de trabajo.

¿Cuál es la apuesta para pensarnos?
LD: Pensarnos desde la salud antihegemónica, transfeminista y comunitaria es una apuesta que requiere mayor visibilidad, más creatividad para poder llegar a más personas desde diferentes lugares, ya sea desde redes sociales, la presencialidad en diversos escenarios, como también los cuidados a quienes cuidan y acompañan, sobre todo en este tiempo de un éxodo de profesionales desde la salud pública por los bajos salarios y el vaciamiento de programas como fue el cierre del plan ENIA. Estar en alerta hoy es más que importante, los activismos son transversales y hay pendientes a abordar como el trabajo desde lo intercultural, desde la discapacidad y la mirada intersectorial e interseccional. En este primer Congreso, más de 400 personas asistimos para decir que no daremos ni un paso atrás.
MR: La apuesta que rescato especialmente en este primer Congreso es la participación de equipos comunitarios y de distintas disciplinas de la salud. Propiciar estos encuentros son oportunidades valiosas siempre.
JM: Con este Congreso volvimos a confirmar que no estamos solas y que juntes construimos el mundo feminista que queremos.
