Plenarias: 10 años conversando los abortos 

Corrían los últimos días de marzo de 2012, el país era presidido por Cristina Fernández, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitía la sentencia conocida como fallo F.A.L., sentando un precedente importantísimo para la sanción de la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, y Las Revueltas, de Neuquén, ya acompañaban abortos.

Las ganas de contagiar ese modo de hacer activista feminista hacia otras latitudes fue la principal motivación para que un grupo de quince mujeres provenientes de Córdoba, Mendoza y Santa Fe se juntaran con Las Revueltas en la primera reunión de lo que más tarde sería Socorristas en Red. 

“No sabíamos cuándo iba a llegar la ley, fue el contagio político de ver que se podía abortar con medicamentos, podíamos acompañar y ver qué hacer en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”, cuenta Laura Zurbriggen, una de las participantes de ese primer encuentro que luego se convertirían en plenarias. “Lo que más queríamos era escuchar. Si ellas lo hacían [por las revueltas], ¿Por qué acá no íbamos a poder?”, se preguntaban. 

Es que el aborto empezaba a colarse en otros espacios de activismo feminista y la posibilidad de acompañar, de hacer cuerpo esos abortos, se hacía cada vez más necesario. 

Sentadas alrededor de una mesa durante la última Plenaria Plurinacional Socorrista en Villa Giardino, Belén Grosso y Laura, Lidia y Ruth Zurbriggen, recuerdan cómo fue aquella primera Plenaria que dio comienzo a Socorristas en Red en 2012. 

“De alguna manera estábamos involucrándonos con el cotidiano del aborto. Nosotras activamos mucho en la calle con intervenciones públicas. Éramos referentes para nuestras amigas de movimientos sociales, fue todo muy artesanal hasta que tuvimos esa primera reunión”, relata Lidia.

“En el 2012 no estaba clarísimo que queríamos impulsar la conformación de una red. Sí estaba claro que éramos colectivas que acompañábamos o que querían empezar a acompañar de esta forma como lo teníamos armado en el Socorro Rosa de Neuquén y comprendimos que articuladas nos iba a ir mejor”, agrega Ruth.

Reunidas en el garage de la casa de Lidia, en Córdoba, en esa primera reunión se compartieron saberes sobre cómo acompañar abortos, las incipientes protocolas, miraron juntas la película francesa “Ella tiene los ojos bien abiertos” para debatirla y conversaron sobre la demanda por la ley. 

“Era la primera vez que me reunía con un grupo de mujeres, que se llamaban además ‘Feministas inconvenientes’, era todo nuevo”, recuerda Belén. Tenía 25 años y apenas hacía uno que había comenzado a participar de La Revuelta. 

En 2013 tuvo lugar la segunda reunión y fue ahí que se definió visibilizar las líneas públicas, nombrarse como socorristas y dar a conocer sobre los usos seguros del misoprostol, que ya habian empezado a difundir desde Lesbinas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. El escenario para estas acciones: el por entonces llamado Encuentro Nacional de Mujeres de San Juan. 

“Imprimimos diez mil afiches y folletos de uso seguro de misoprostol y los repartimos a quien quisiera llevarse”, rememora Ruth. Además, pese a la negativa en ese momento de la comisión organizadora, megáfono en mano, realizaron talleres sobre el uso de medicación para abortar.  

Fue en 2014 cuando esas reuniones comenzaron a tener características de Plenaria, con la participación de 54 personas de 20 colectivas. Esta vez, la cita fue en Neuquén.

Desde aquella primera reunión, a la Plenaria Plurinacional Socorrista de este año, el crecimiento de la red fue notable tanto a nivel cuantitativo (pasar de la participación de 15 a 200 personas), como también en los temas de discusión. “Hemos ido dando una serie de debates que fueron complejizando la manera de entender el aborto, que nos permitieron salir del consignismo que muchas veces generamos desde los feminismos. Fueron debates que nos hicieron ver la complejidad de la decisión de abortar, porque van muy pegados a los acompañamientos”, asegura Ruth. 

En 2015 se sumaron a las plenarias acompañantes de abortos de América Latina. “Así como entendimos esa primera idea del acompañar con otras y que otras puedan acompañar, también fue rápida en la articulación con las compañeras de América Latina. Fue algo que siempre estuvo claro”, afirma Lidia.

El 2018 significó un quiebre, un barajar y dar de nuevo. “La plenaria de 2018 fue muy difícil, porque vino a poner sobre la mesa una serie de diferencias que teníamos con los modos de acompañar y pensar las políticas de acompañamiento de determinadas colectivas”, cuenta Ruth. “Supimos reaccionar colectivamente para no dejar de acompañar, intervenir en el proceso de debate por la ley y colaborar en la movilización social”, valora. “Eso está directamente vinculado al convencimiento político que tenemos de que este hacer político activista vale la pena, vale las penas, las alegrías”. 

Este 2022, la Plenaria Plurinacional Socorrista fue de reencuentros y festejos por los 10 años de activismo abortero. La memoria feminista estuvo plasmada en un sector del espacio de plenaria, donde estuvieron expuestos materiales y elementos usados desde el 2012, con el anhelo de seguir movilizando los deseos políticos por abortos libres y cuidados.

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