“Acompañar abortos nos importa”

Julia Burton y Bernardita Rimoldi forman parte de la Comisión de Sistematización de SenRed y junto a otras compañeras y compañeres trabajan en el proceso de construcción de datos sobre los acompañamientos que realizan, información que deviene herramienta política y apuesta a otros mundos posibles.

Por Laura Rosso

Como parte de la difusión de los acompañamientos realizados en el primer semestre de este año, se diseñaron una serie de placas con porcentajes referidos a distintos temas, tanto de acompañamientos a menores de 18 años, como a mayores y de acompañamientos en el sistema de salud. “Nos importan las vidas elegidas, -dice Bernardita- acompañar esos abortos y también elegir acompañar. Tener una ley y que nos importe acompañar abortos tiene que ver con los afectos que se construyen alrededor de esos acompañamientos y de esas decisiones”. Julia agrega: “Nos importa acompañar esa decisión sea como sea, tanto decidiendo abortar de manera autogestionada, como abortar dentro del sistema de salud. Eso está presente en este momento de la Red. No es que se sancionó la ley y el socorrismo decayó en el activismo y en el volumen de los acompañamientos sino que, por el contrario, estamos acá. Esa es una definición política. Estar y acompañar porque nos importan las elecciones de vida de quienes acompañamos y en ese camino vamos armando y eligiendo nuestra vida como acompañantes”.

-“La información importa”, se lee en una de las placas ¿qué resuena en ese enunciado?

Julia: Hay algo en esa formulación que da cuenta de que no es el número por el número en sí mismo sino que importa que hay una vida detrás. Hay una persona que decide abortar, una persona de carne y hueso y no un número en abstracto. Nos importa quiénes son esas personas. La información importa y la primera gran campaña con materiales impresos desde que la ley existe y de que es un derecho abortar la hizo la Red, no la hizo el Estado. En ese sentido, hay interés político por difundir la ley, por cuidarla, porque la luchamos y la deseamos.

Bernardita: La información es una herramienta para visibilizar esas historias que nos atraviesan cuando acompañamos y cuando abortamos. Las historias de las personas que abortan, si son madres o no, si creen en Dios o no, cada una de esas preguntas que se hacen y se visibilizan, le quitan frialdad a los números. La sistematización de datos puede sonar fría pero presentada de este modo es importante para hablar de esas historias, de lo micropolítico que vamos construyendo en los acompañamiento y en los abortos. La campaña hace ensanchar mucho y de manera clara qué dice la ley. Ahora es legal, pero ¿cómo es?, ¿dónde tengo que ir?, ¿qué tengo que preguntar?

-¿Qué implica acompañar en el sistema de salud?

Bernardita: Cuando hacemos los encuentros con las personas que necesitan abortar, que necesitan información, también atravesamos con esa perspectiva feminista y de cuidado el sistema de salud. Acompañar dentro de un sistema que promueve el individualismo, es promover los afectos, la amorosidad y la escucha atenta, y eso es súper importante. Expandir esa confianza, esa comunidad que se genera cuando, por ejemplo, cuando preguntamos cómo llegaste a nuestra colectiva.

Julia: El acompañamiento en el sistema de salud a veces demanda mucho más porque aparecen trabas, malos tratos y es estar ahí acompañando eso para que sea diferente. El socorrismo sigue y sigue acompañando dentro del sistema de salud porque nos importa que sean cuidados y de la mayor calidad posible para quienes abortan.

-¿De qué dan cuenta los porcentajes de este primer semestre, qué ponen de manifiesto?

Julia: Muestran que el socorrismo sigue activo. No disminuyó el caudal de acompañamientos con la ley de IVE. Muestran que hay una apuesta política de seguir visibilizando. Estamos acá, con ley y estamos acompañando. Desde una mirada general hablan de eso. Hubo 6517 acompañamientos en seis meses (sin tener en cuenta unos 20 días del mes de enero que no están sistematizados por el cambio de protocola).

-¿Por qué es útil mostrar esta información de esta manera?

Bernardita: Estos datos le ponen mucha voz a las personas que abortan. Lo que nos importa de lo micropolítico, lo que nos atraviesa desde el feminismo socorrista: ¿Quiénes tienen hijes?, ¿Quiénes sufren violencia machista? Amplían o enfocan desde un lugar distinto la información concreta que se presenta. Hay preguntas nuevas como la autopercepción de género, o las condiciones de discapacidad que también habilitan otras discusiones, otros debates y otros mundos que se van abriendo.

Julia: Hay distintas cosas que los datos nos permiten además de monitorear la ley. Los datos que relevamos respecto de la IVE permiten avanzar en saber cómo están siendo esas interrupciones legales del embarazo dentro del sistema de salud. ¿Cómo te sentiste tratada? ¿Sentiste que recibiste la información que necesitabas? Y además de ponerle este calor a los números, los datos permiten hacer más cotidiana esta experiencia, mostrar la frecuencia y la cantidad de personas que deciden abortar. Los datos permiten agrietar algunas ideas del sentido común asociadas a que las madres no abortan o que si abortas una vez vas a abortar siempre. Y también hay una cuestión estética de cómo dar esa información. Pensar en la accesibilidad de esa información porque justamente la información nos importa. Hay un trabajo estético que además es político. Pensar cómo escribir esas frases para que cuando las veamos sea algo bello. La Red tiene un interés en la comunicación que se manifiesta en todas las producciones. Políticas afectivas del activismo en las que aparece la sensibilidad en lo gráfico.

-En niñas y adolescentes, ¿qué datos resultan interesantes para reflexionar?

Bernardita: Las formas en que se pregunta y se enuncia, abre otros mundos posibles. Preguntar, por ejemplo, cuál es tu autopercepción de género es algo que nos transformó, habilita algo nuevo y distinto y eso es inmenso. Poner en tensión y en disputa cómo se aplica la ESI, preguntar qué informaciones han recibido, si sabían que se podía abortar con medicamentos, información sobre el ciclo menstrual, los lugares donde recibieron esa información, si fue con amigues o con la familia, todo eso es importante de plasmar. Poner el foco en las niñas y adolescentes que abortan como posibilidad concreta, son historias que suceden y hacerlo de manera legal. Esta herramienta política de la sistematización de datos también es una manera de abortar sentidos comunes de los abortos puestos en un lugar de silencio. Sacarlos del lugar del silencio y de la vergüenza para ponerles otros sentidos. El embarazo es riesgoso en las adolescencias y niñeces y no los abortos si se realizan de manera cuidada, eso es algo que hay que disputar.

Julia: El tema de la protocola específica para niñas y adolescentes responde a intereses políticos. Primero fue la Campaña “En un mundo justo las niñas no son madres”, que lanzamos en 2019, los informes de sistematización con un apartado de datos de niñas y adolescentes y a partir de ahí preguntarnos sobre estas edades específicas. Solo un  34 % dijo haber recibido información sobre el derecho a la interrupción legal del embarazo.

-Se registran también las identidades de género, ¿qué brinda la incorporación de esa información?

Julia: Hay un interés por visibilizar la autopercepción de género. Hay personas con diferentes identidades de género que abortan, no son solo mujeres cis. En este semestre acompañamos a 4 varones trans, 3 lesbianas, 10 personas no binaries, 12 sin ningún género y 10 personas que se autoperciben con otra identidad, sin especificar cual.

-También se visibiliza que las personas con alguna condición de discapacidad abortan.

Julia: La idea es visibilizar quienes son las personas que abortan. Hay como un imaginario de que las personas con discapacidad no tienen relaciones sexuales entonces el aborto no sería para una persona con discapacidad. Queremos poner sobre la mesa que las personas con discapacidad también abortan.

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