“La potencia del feminismo y transfeminismo es masiva y transformadora”

Mónica Macha es diputada nacional de Unión por la Patria y Presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad, en esta charla analiza la coyuntura de cara al próximo 8M y los desafíos para un año electoral que será clave para la conformación de un Congreso que pueda frenar los atropellos de Milei.

Por Laura Rosso

¿Qué representa este nuevo 8M en un contexto de profundo desprecio hacia las mujeres, regresivo de los derechos conquistados y de tanta violencia hacia el colectivo LGBTQINB+ y los transfeminismos?

-Tanto los paros internacionales como las distintas movilizaciones, el 8M representa la apuesta en común, la reivindicación de nuestros derechos generales en términos integrales y fundamentalmente laborales. Así que creo que en este momento de tanta violencia, de tanta persecución, es una apuesta a volver a encontrarnos en la calle, y que ese encuentro tiene que ser súper masivo en todas las ciudades de nuestro país para seguir defendiendo los derechos que hemos conseguido, que hemos logrado con mucha militancia y mucho esfuerzo y que claramente hoy en la figura de Milei está totalmente en riesgo.

¿Cómo se defiende la ley 27.610, ante el desfinanciamiento absoluto del sistema de salud, la falta de insumos y de medicación para abortar?

-La ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo es una ley que tenemos que defender, que tenemos que cuidar. Yo creo que hay estrategias y en esto tomo a Socorristas en Red como un ejemplo de esa construcción feminista, solidaria, y que frente a la falta de insumos y a la situación de precariedad a la que nos llevan las políticas sanitarias de Milei, siguen buscando estrategias y herramientas para acompañar a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar que definan interrumpir un embarazo. Tenemos esta ley que es una normativa fundamental para nuestras prácticas y frente a esta dificultad de falta de insumos hay que seguir reclamando al Estado que lo tiene que cubrir, que es su obligación para este tema y para todos los temas donde esté involucrada nuestra salud física y mental. Estamos frente a un panorama donde la destrucción del Estado es de una magnitud que nunca antes vivimos, con un corrimiento permanente de muchísimas políticas públicas y fundamentalmente de las políticas sanitarias porque sostenerlas implica una inversión muy importante que Milei está dispuesto a no hacer. Eso implica que hay que estar muy atentas y solidarias y con una construcción de redes importante para poder acompañar a nuestras compañeras y exigir en todos los ámbitos la necesidad de que el Estado sostenga las políticas sanitarias de nuestro país.

El repudio a los dichos de Milei en Davos, impulsó una marcha histórica gestada desde la comunidad LGBTQ para no naturalizar ni permitir dichos falsos y mentiras que propagan el odio, ¿cuáles son los caminos y horizontes que crees que abrió?

-La respuesta rápida que implicó la asamblea antifascista y antirracista es una respuesta politica muy interesante, muy eficaz. De hecho, el gobierno intentó minimizarla porque, aunque lo niegue, no puede dejar de observar las movilizaciones inmensas que se dieron en todo el país e inclusive en otros países del planeta. ¿Cómo seguimos? Bueno, eso es lo que se tiene que diseñar en términos de plan de lucha en el ámbito de la asamblea y también en el ámbito de la articulación con las organizaciones sociales, sindicales, políticas. Es un gran desafío. Creo mucho en la potencia de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+. Hemos tenido logros impensables, como la IVE que la pudimos lograr por una construcción que se hizo en el Congreso en términos de transversalidad pero también por la lucha, por la presencia de las compañeras en las calles y en cada lugar. De esas acciones que no permitieron llegar hasta acá nos tenemos que nutrir y estar abiertas a escucharnos y construir nuevas metodologías de lucha para poder defender nuestros derechos.

¿Qué acciones legislativas se plantean para frenar los atropellos del ejecutivo?

-Frenar esos atropellos desde el Congreso es también un desafío a construir. Nosotros y nosotras somos parte, en mi caso, de un bloque de 98 diputados y diputadas, y junto a otros bloques más chicos o partes de otros bloques como Encuentro Federal, o la propia UCR, cuando se trata de la agenda feminsita y transfeminista logramos, a veces, esos acuerdos transversales. El desafío es cómo potenciar esa transversalidad para poder frenar esos atropellos. En la sesión del jueves intentamos que un proyecto de resolución que repudia los dichos de Milei y que tiene la firma de integrantes de distintos bloques pudiera tener los votos necesarios en el Congreso para que esa resolución sea ese acuerdo transversal. Y si bien logramos la mayoría, no pudimos lograr los tres cuartos que se necesitaban para una mayoría especial porque era un proyecto que no estaba en el orden del día. Como nos pasa con muchas de nuestras leyes, logramos una mayoría simple y no logramos una mayoría especial. Entonces ese es un dato para pensar cómo construimos esa defensa frente a los atropellos de Milei. Yo creo que el desafío enorme que tenemos como sociedad es mirar muy bien la elección que viene en poco meses porque es clave para que podamos tener una conformación distinta en el Congreso. Está en manos de la población si va a fortalecer una Cámara desde la perspectiva de Milei, que lleva a cabo acciones como la de modificar la ley de identidad de género -que debería discutirse en el Congreso, y él lo modifica a partir de un decreto, y eso lesiona nuestra democracia-, o si va a fortalecer una Cámara que pueda defender derechos. El próximo martes vamos a tener una reunión de la Comisión de Mujeres y Diversidad enfocada en los puntos y atropellos que Milei viene haciendo hacia el colectivo LGBTIQ+. Son las herramientas que tenemos y las que nos permiten poder no solamente expresarnos sino escuchar a las personas que están siendo vulneradas en este momento. Y también la posibilidad de construir nuevas formas de lucha porque la potencia que tiene el feminismo y el transfeminismo es transformadora, es masiva y eso nos viene muy bien a la hora de pensar cómo defendemos nuestros derechos.

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