Pasó todo todo
Luciana, 21 años, Neuquén Capital, Neuquén.
Hola chicas, mi nombre es Luciana, soy de Neuquén Capital. Hoy les vengo a contar la experiencia de mi aborto en cuarentena.
Me enteré que estaba embarazada la segunda semana de abril, con mi pareja ya teníamos dudas, entonces me hice un test el 10 de abril por la mañana, era evidente que iba a dar positivo. La decisión ya estaba tomada, no íbamos a tenerlo, debido a que tenemos un niño chiquitito y no nos daba económicamente como para traer otro bebé al mundo. Entonces es ahí cuando hablo con una amiga, la cual había pasado su experiencia un tiempito antes, me pasa el número de La Revuelta y yo me comunico con la línea pública.
No les voy a mentir, me moría del miedo, literal, mucho. Primero hablé por WhatsApp con una de las chicas durante todo el día y al otro día por la mañana me dijo que me comunique con ella, que llame por teléfono. Ahí es cuando llamo y creo que sentí una paz en cuanto escuché a esa chica, tremenda. Me hizo un par de preguntas, me hizo llenar por teléfono una ficha y me dijo que una de las chicas se iba a comunicar conmigo por la tarde y así que yo corté con ella.
A eso de las 6 de la tarde se comunica otra de las chicas conmigo, la cual dice que me va a llamar por teléfono para darme una charla, se comunica, me da la charla, me saco todas las dudas, yo con mucho miedo.
Cuando empecé todo era un sábado por la tarde, la verdad es que estaba muy nerviosa y fue bastante rápida mi experiencia. No sé cómo podría decirlo. Mi momento ahí fue bastante rápido, empecé con dolores bastante intensos pero soportables, largué bastante cantidad de coágulos, todo lo iba hablando con Florencia, que fue la chica que me acompañó. Le mandaba fotos si era necesario, me sacaba todas las dudas.
Hasta que largué el feto, lo reconocí automáticamente. Creo que nunca había sentido tanto alivio en el cuerpo. En cuanto pasó eso, pasaron los nervios, pasó el miedo, pasó el dolor, todo, todo. Automáticamente todo pasó en cuanto yo largué el feto, todo se fue, todo junto, sentí paz y tranquilidad con mi cuerpo. Bueno, después comenzó el hecho de hacer reposo ese día, y todo fue bastante normal, los miedos siguieron las primeras 48 horas, pero después todo pasó.
Y acá estoy, ya a un mes, y estoy muy bien, estoy contenta. Estoy contenta porque me sentí muy acompañada y nada… mi pareja también me acompañó, fue muy incondicional.
Así que chicas, no tengan miedo. Se van a sentir siempre acompañadas porque las pibas no te dejan sola.