Brasil: En las calles para derrotar la avanzada antiderechos en contra del aborto

Mientras el Congreso de Brasil intenta homologar el aborto legal después de la semana 22 al homicidio con un proyecto de ley impulsado por un parlamentario evangélico que abre la puerta a que una mujer violada sea castigada con el doble de pena que su agresor, el movimiento feminista, acompañado por todos los sectores de la sociedad brasileña, despliega su fuerza y potencia de lucha en las calles y en las redes sociales como ámbitos de disputa.

Por Noelia Aguilar Moriena

Desde hace varios días, las calles de las ciudades más populosas de Brasil se llenan de activistas que con el acompañamiento de la poblacion en general, repudian el proyecto de ley (PL) que busca penalizar el aborto legal.

“Después de la movilización del sabado 15, que fue muy fuerte, hubo en los medios de comunicación muchos periodistas, mucha gente posicionándose en contra del PL”, detalla desde Brasil Juliana Wahl Pereira, feminista, militante por los derechos reprodutivos, trabajadora del Sistema único de salud de Brasil (SUS), antropóloga e investigadora vinculada al Centro de Investigación y Formación en Raza, Género y Justicia Racial (AFRO CEBRAP).

Las manifestaciones, que se replicaron en viversas ciudades de Brasil, como relata Juliana, fueron muy importante porque permitieron instalar en la sociedad que no puede ni debe avanzar una ley donde “un aborto sea penado como un homicidio, que la pena llegue a 20 años y sea mayor que la de un abusador”. Es decir, el PL establece una pena de 6 a 20 años de prisión para los abortos después de las 22 semanas de gestación mientras que las penas aplicadas a los violadores son de 6 a 10 años.  

Imagen: Jorge Leão

El PL 1904/2024, aprobado el miércoles 12 de junio por la Cámara de Diputados de Brasil, asemeja al aborto legal al homicidio si la interrupción se realiza a partir de la semana 22 de gestación, incluso en los casos previstos por la ley.  

Dicho proyecto, resultado de la articulación de sectores ultraconservadores, cuenta con el apoyo de las tres bancadas parlamentarias más poderosas, la evangélica, la del sector agropecuario y los defensores de las armas. Como resultado, no necesita pasar por ninguna comisión y puede votarse directamente en el Pleno de la Cámara.

Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, movimientos sociales y población en general repudian el acuerdo entre los sectores ultraconservadores y el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lir. Para ello, las calles son el escenario de encuentro, lucha y visibilización.

Niñas, no madres

Según la legislación actual, el aborto en Brasil está permitido en casos de violación, riesgo para la vida de la madre y fetos anencefálicos. No existe un período máximo de gestación para que se pueda realizar. 

Desde el 2020, a causa de los emblemáticos casos de niñas de 10, 11 y 12 años embarazadas producto de violaciones intrafamiliares, que finalmente pudieron abortar no sin antes sufrir los embates de los sectores conservadores bolsonaristas, el tema convoca a la sociedad toda.

Porque, como expresa enfática Juliana, “está claro que una niña de 10 años no sabe qué es estar embarazada y viviendo una situación de violencia intrafamiliar es algo muy dramático”. Al tiempo que agrega que “aunque no haya cifras exactas, esos casos existen y son violaciones de derechos”.

Conocido es el de la niña de 10 años violada por su tío en Recife. En agosto del 2020, feministas brasileñas hicieron una barrera humana alrededor de un hospital para que la niña pudiera acceder  a un aborto. Mientras tanto, un grupo antiderechos, alentados por la militante bolsonarista Sara Winter, intentaba irrumpir para obstaculizar la práctica que había sido autorizada por la justicia.

Imagen: Caroline Oliveira/Brasil de Fato

Organizadas, en las calles y en las redes sociales

“Hay una movida religiosa en contra del acceso al derecho al aborto, pero ahí viene la parte que me parece positiva y es la reacción de los movimientos sociales, de los movimientos feministas, de los movimientos de mujeres, de salir a la calle y decir ¡No!”, manifiesta la activista feminista.

Con su vasto y extenso territorio, Brasil muestra la diversidad de estrategias desplegadas por los sectores feministas que no piensan retroceder ni un paso en sus derechos. Para ello, exhiben estrategias territoriales, en las calles, en las instituciones, en los medios de comunicación y también, en las redes sociales.

“Como Brasil es un país muy grande, tenemos mucha diversidad regional, muchas movidas relacionadas con la defensa del aborto. Y, desde mi punto de vista, hago hincapié, también, en la importancia de las redes sociales”, describe la antropóloga ante las diversas estrategias para hacerle frente a la avanzada antiderechos.

En este momento, con las movilizaciones en las calles, la presencia en redes sociales y medios de comunicación “empieza a surgir la posición de mucha gente diciendo que están en contra del proyecto porque viene a vulnerar aún más los poquísimos derechos que tenemos, entonces en ese tema demostramos nuestra fuerza”, finaliza enfática.

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