“No estaba sola”

M., 27 años, General Pico, La Pampa.

El Presidente anunciaba 15 días más de aislamiento social, preventivo y obligatorio; y yo contaba los días para poder acceder al sistema de salud sin tantas restricciones; más de las que con normalidad funciona para acceder a la ILE. 

Pensar en lo que faltaba para poder interrumpir la gestación me hacía sentir cada vez más alienada de mi cuerpa, la sensación de tener algo que no quiero, de no sentirse UNA. Pasar por un proceso de aborto y decidir no continuarlo te hace más fuerte, convencida de lo que quiero y lo que me hace bien mantuve el contacto con las socorristas. Gracias al universo, en este proceso tuve gente que me acompañó, las pibas, amigas y compañeras, tener el contacto con la socorrista me generó mucha seguridad y tranquilidad al saber que esto iba a terminar y todo volvería a la “normalidad”.

Compartir virtualmente el acompañamiento de mi socorrista me hizo sentir que no estaba sola, que hay más pibas en esta situación que están siendo escuchadas y sostenidas del otro lado: saber que otra resigna parte de su vida y tiempo para facilitar el acceso a la interrupción es algo muy valioso, es sentir la hermandad y sororidad en la cuerpa. 

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