“No lo sentía mío”
Guadalupe, 22 años, San Francisco, Córdoba.
Tengo 22 años, soy de San Francisco, Córdoba. Me enteré de mi embarazo cuando estaba de 5 semanas. Para mí fue un balde de agua fría, y algo que no esperaba que me sucediera… No fue fácil, pero la decisión de abortar la tomé apenas me enteré, fueron muchos motivos que me llevaron a tomar esa decisión.
Vivo con mi mamá y mi hermana sola, quedé sin trabajo, estoy estudiando, no tengo un ingreso ni lugar como para poder tener un bebé. La persona de la cual quedé embarazada nunca supo ni se enteró, porque sufrí un abuso de parte de él, abuso que hoy todavía trato de procesar y que en su momento siento que podré contar bien.
Apenas me enteré del embarazo enseguida fui al médico para que me ayude o me explique qué tenía que hacer, fui acompañada de una amiga enfermera, él me explicó con quién tenía que ir y me dio una orden para hacerme una ecografía para confirmar todo. Esas semanas estuve muy mal anímicamente, sentía hasta ganas de morirme porque no quería lo que había en mi cuerpo, no lo sentía mío, lloraba todas las noches, no dormía, sumado a eso tenía todos los síntomas de embarazo, muchas náuseas, era peor para mí porque me ponía más nerviosa. Pero mi decisión estaba tomada. Le conté a mi hermana porque necesitaba decírselo a alguien, ella me apoyó y me entendió, fue un peso menos para mí porque necesitaba apoyo y contención en todo momento. Lloraba mucho y decía que si no podía hacer nada yo me quería morir.
A los días hablé con un doctor que me dio un número para contactarme con las socorristas, Socorro Rosa le dicen. Ellas me iban a ayudar y acompañar en todo mi proceso. Esa misma tarde llamé y me atendió una chica llamada Emilia. Desde el primer momento que hablé con ella me sentí cómoda, más tranquila y me explicó todo lo que yo tenía que hacer. Ese día hice de cuenta que se me fue un peso más de arriba. Yo pensé que estando en cuarentena no iba a poder abortar. Pero no fue así, al contrario, más que nunca estaban ahí firmes para ayudarme. Tuve que seguir una serie de pasos, los cuales seguí detalladamente. Hasta llegar al hospital donde me iban a atender mi caso. A todo esto, yo seguí en comunicación con Emilia del socorro en todo momento, JAMÁS me dejó sola. Despejaba todas mis dudas, me aconsejaba, me ayudaba y demás.
El día que llegué al hospital para que atiendan mi caso estaba muy nerviosa. Me atendieron tres chicas y un doctor, me hicieron preguntas, me preguntaron qué había pasado y me pude abrir con ellos, en todo momento lloraba porque estaba muy sensible y débil, pero me apoyaron en todo momento, me consolaban y demás. Me llevaron a otra habitación donde me explicaron todo lo que tenía que hacer. Estaba muerta de miedo. Me fui a mi casa más tranquila porque había una solución.
Llegó el día que iba a realizar el aborto, fue un miércoles, el 29 de abril. Estaba muy asustada, muy. Pero Emilia seguía en contacto conmigo. Ese día realicé el proceso. Fue muy doloroso, eso no lo voy a negar. Tenía una mezcla de sentimientos inexplicables, dolor, angustia, dolor físico, hasta dolor mental (una forma de decir), me acompañó mi mamá (ella no sabía) pero yo le decía que eran síntomas de menstruación porque son parecidos, pero dolores un poco más fuertes. En ningún momento me dejó sola. Pude tener el aborto completo, cuando se completó sentía mucho alivio, los dolores disminuyeron, y en ese momento me quebré, empecé a llorar mucho por todo lo que había tenido que pasar, le hablé a Emilia. Y ella me ayudó a confirmar el proceso. Estábamos muy contentas las dos porque todo salió bien. Esa noche dormí muy tranquila, con poco dolor, pero tranquila.
A la semana me tuve que realizar una eco para verificar que todo estuviera bien. Y así fue. Volví al hospital con las tres chicas que me habían atendido el caso, me recomendaron anticonceptivos y así fue. Ahora estoy tranquila, puedo continuar con mi vida. A las chicas que están pasando por lo mismo, les digo que tenga confianza de las personas que las quieran ayudar, no estén solas porque no es un proceso para pasar solas, no les puedo decir no sientan miedo porque es algo normal y difícil pero que confíen y que todo va a salir bien.
Que se cuiden, que no se dejen abusar en ningún sentido por nadie, háganse escuchar, cuiden de su cuerpo, de su vida, porque es lo que nos lleva a todos lados. No estamos solas eso lo más importante y que todo tiene solución ❤
LAS ABRAZO MUY MUY FUERTE Y ALGÚN DÍA SE VA A CAER.