Pronunciamiento internacional por la condena a Justyna en Polonia
Este 14 de marzo, se conoció el fallo del tribunal que juzgó a Justyna Wydrzyńska por «udzielenia pomocy», es decir, por brindar ayuda a una mujer en una relación abusiva para acceder a pastillas abortivas. El tribunal polaco la encontró culpable y la sentenció a ocho meses de trabajos sociales, aunque la decisión no es aún definitiva y Justyna y sus abogados apelarán la sentencia.
Por Daniela Cardano
La condena a Justyna ha sido repudiada por el movimiento feminista y de derecho al aborto, quienes defienden que toda persona debe tener el derecho de decidir sobre su propio cuerpo, salud y futuro. El acceso a la atención médica reproductiva segura, gratuita y legal es un derecho humano fundamental y negarlo es una violación de la dignidad humana y la justicia reproductiva.
La propia Justyna ha expresado que no se siente culpable por ayudar, y que continuará brindando ayuda a mujeres que lo necesiten. «Mi propio aborto fue un punto de inflexión para mí. No quisiera vivir en un mundo en el que a cualquier mujer se le niegue el acceso a información confiable y apoyo humano. Esa ha sido mi motivación en mi activismo, en mi trabajo», afirmó en una entrevista reciente.
La situación en Polonia es cada vez más crítica para las personas que necesitan acceder a servicios de aborto seguros y legales. En 2020, el gobierno polaco prohibió el acceso a abortos por malformaciones fetales, lo que llevó a una serie de protestas y movilizaciones en todo el país. La condena de Justyna Wydrzyńska es un ejemplo más de cómo la lucha por los derechos (no) reproductivos y la justicia sigue siendo una batalla constante en Polonia y en todo el mundo.
Cabe destacar que la sentencia se dio antes de lo previsto, ya que se esperaba para el 27 de marzo. Esto ha causado aún más preocupación entre las organizaciones que defienden los derechos reproductivos y la justicia, quienes denuncian la falta de transparencia en el proceso y la falta de garantías para la defensa de las personas acusadas.
La condena de Justyna ha sido criticada por varias organizaciones defensoras de los derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, que ha señalado que esta sentencia es el resultado de un sistema judicial que no respeta los derechos humanos.
La prohibición del acceso a abortos por malformaciones fetales por parte del gobierno polaco ha sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, que ha acusado a Polonia de violar los derechos humanos de las personas con capacidad de abortar.
En definitiva, la condena a Justyna Wydrzyńska es un nuevo ejemplo de la necesidad de seguir luchando por el acceso a servicios de aborto seguros, legales y gratuitos para todas las personas, y de la importancia de defender el derecho a abortar como un derecho humano fundamental.
