Un libro con cartas de jóvenes socorristas: memoria y porvenir

Cartas de acompañantes de abortos, un libro de cartas dirigidas a quienes desean sumarse al activismo socorrista, escritas por les más jóvenxs de la Red, para plasmar una poética que abraza en forma de misivas, aprendizajes y memorias.
Por Laura Rosso
¿Dónde se escriben las cartas? ¿En la mesada de la cocina, entre mate y mate? ¿En la cama entre frazadas, libros y almohadas? ¿En el comedor, cerca de un plato de frutas? ¿Se escriben acaso mientras se espera el colectivo o se anda en bicicleta (escritura mental que pasa luego al papel)? Y ¿cómo? O ¿por qué? ¿Para quién?.
Posiblemente también se escriban mientras se hacen las compras, se cuida a otres, se estudia y se trabaja. Así, como se acompañan abortos mientras se forma parte de una Red que contiene y teje tramas colectivas. Se escriben, así, en cada lugar mientras se
vive la vida activista feminista. Porque a cada lugar se lleva un modo de transitar en red, sostén de muches que jamás deja de pensarse.
A este libro de cartas se entra como por un sendero donde el afecto y la confianza se hacen cuerpo. Algo cuaja y conjura una mirada que es invitación a un mundo feminista.
Invitación a un activismo. Invitación a acompañar abortos con información y contención. Les destinataries son elles, que se arriesgan a entrar por esa grieta donde siempre se cuelan otros repertorios afectivos. Y tal vez sea esa la excusa para volver a contar de qué se trata acompañar y así escribir cartas sobre esa experiencia, y así buscar nuevos deseos, proyectos, sueños y emociones.
Era preciso que estas cartas existieran. Era preciso que este libro que las enumera de la 1 a la 46 viniera a contarnos con su potente ternura los desafíos que desde hace diez años (¡diez!) acompañan este activismo socorrista. Era preciso que existiera esta forma
de transmisión escrita que hace memoria cuerpo a cuerpo y carta a carta.
Estas cartas acercan: Queride compa, Amigue socorrista, Bienvenidx… Están dándoles la bienvenida amorosamente a quienes se integran a la Red. Abránzadoles con palabras que reanudan la marcha, siempre acompasada y acompañada. La letra dibuja una caligrafía que es prueba y error, práctica y recorrido, riesgo y aprendizaje, escuchas y silencios para que cada acompañamiento sea mejor, salga mejor.
Me gusta pensar que todo el libro –cuyo título completo es Cartas de acompañantes de abortos (escritos de jóvenes activistas para tramar rebeldías aborteras), se anuda en una sola y única carta formada por el collage de todas, porque cada carta contiene a la anterior y a la siguiente, donde se suman pasos para caminar el sendero.
Dejarse llevar por las cartas es ir descubriendo más y más, sacarse las telarañas de la costumbre y apostar a una escritura política que aporta la convicción de dar lugar a otros sentidos, a abrir otras posibilidades.
Diseñado por la joven María Reboredo, quien aporta ilustraciones, cuenta también con un texto de Nayla Vacarezza y Bárbara Sutton, titulado “Cartas para un porvenir feminista”, en el cual ofrecen pistas de lectura: “las cartas advierten hasta qué punto el activismo socorrista es un quehacer intenso que requiere de compromiso singular”, “saben que un mundo feminista solo será posible dando rienda suelta al deseo de
transformarlo todo”. En la presentación, quienes trabajaron para que este libro sea posible escriben: “nos alienta a convidar parte de nuestros bienes comunes para seguir tramando mundos justos desde nuestras fragilidades e incertidumbres”.
En este libro de cartas, el infinito lenguaje de las palabras escritas hace contacto y, como en las cartas de amor, la rebeldía no se resigna al silencio, aparece y se inscribe con letras de infinita ternura. Esas letras traen una actitud, una manera de estar en el mundo, traen reflexión y acción para seguir inventando nuevas alquimias que a(r)man nuestro mundo feminista.