Estar juntas, también en cuarentena
Natalia, 27 años, Santa Fe.
Soy niñera y empleada doméstica.
El 2 de abril de este año ya estábamos en una cuarentena estricta, la cual me dejó sin trabajo por un mes y medio. Estaba con 13 semanas aproximadamente de embarazo, no sabía qué hacer, no lo quería tener por temas económicos y de inseguridad mía. No sabía si pedir ayuda o no porque era la segunda vez que decidía abortar.
Llena de vergüenza por ser una inconsciente, “¿cómo me va a pasar otra vez?”, me preguntaba. Pero pasó… Dudaba en hablar con las chicas que me ayudaron la primera vez. Por miedo a la respuesta, a que me digan que soy una boluda o algo parecido. Aún así, me animé a escribirles de nuevo porque estaba desesperada. Pensar en tener un hijo sin un trabajo sustentable, ni siquiera estar preparada para todo lo que significa traer a una persona al mundo y mil cosas que me pasaban por la mente.
En lugar de sentirme humillada me sentí más contenida que nunca, como la primera vez, porque ellas son así de compañeras…
Después de una semana de charlas, más o menos, Camila me ofreció su acompañamiento. Yo decidí hacerlo en mi casa acompañada de mi pareja. Cami nunca me dejó sola, y le agradezco un montón. En el proceso estábamos en contacto, a cada duda mía ella respondía y cuando tenía dolores me contenía, tardé todo un día en expulsar el feto, pensé que algo malo me iba a pasar, ya a lo último sentía que no podía más, pero le avisé que iba a hacer mi último esfuerzo y pude. Pobre piba, pensé, le jodí un domingo, con mensajes y audios. Ahí estuvo, ¡siempre conmigo! Desde la distancia, pero tan cerca… Creo que el trabajo que hacen es importantísimo porque con mi pareja y sin su ayuda todo hubiese sido más caótico.
Agradezco infinitamente su ayuda y me deja tranquila saber que acompañan a otras chicas, porque sé que van a poder confiar en ellas tanto como confíe yo…
En cuarentena las sentí conmigo a todas las Nanas Socorristas 💚